Quédate con tu dios, que yo ya he decidido quedarme con mi humilde humanidad, la que te ama religiosamente, con irremediable devoción e irrefrenable demencia. La humanidad del insomnio incontrolable, la humanidad del dolor en las heridas, la humanidad de las profundas carencias, la humanidad de los aromas naturales, la de los océanos sin sales,… Sigue leyendo Mi humanidad